«Reminiscencias»
La obra actual de Soledad Chadwick, se desenvuelve en la retirada de lo real bajo una relación poética con la lejanía. Se entra al mundo de la reminiscencia: es la presencia de caballos traslúcidos evocadores de una realidad nívea, de pureza sin concesiones.
Esta visión de la naturaleza es comparable al enigma de un lugar que estuvo y ya no esta, de aquel que el progreso elimino para la construcción o desconstrucción de la ciudad, como aquel rincón de La Dehesa que ya no existe más.
Aquí no hay ruptura con la tradición, ni ésta aparece referida como «cita». La obra actual asume una necesidad interior de orden, que se concreta en una revisión obligada en que se reexaminan supuestos y se eliminan sobreentendidos.
Lo que sucede ahora es «un momento quieto» dentro del proceso creativo de Soledad, donde el lenguaje del silencio esta levemente interrumpido por la vida. Es en este momento cuando la Forma, escondiendo una temporalidad mantenida, sujeta las pasiones y el instante y la singularidad del acontecimiento.
Rebeca León
Catálogo de la Exposición
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«Galope Mágico»
Recorte de Diario (abajo)«Cuando pinto, las imágenes n o las tomo de la realidad. Ellas son un eco en mi interior. Rescatan una reminiscencia, un recuero ancestral e inconsciente, que plasmo en la tela.»
Los motivos los elige de una manera intuitiva. «Son espacios o lugares que a mi me llegan o
me dicen algo.»Sus ultimas obras – que expone en la galería La Fachada hasta el 15 de noviembre – tienen a los caballos como protagonistas. «Siempre he estado relacionada con ellos, por eso afloran en mis cuadros de manera espontánea», señala. Define su pintura como onírica, una mezcla de realidad y fantasía. Los caballos son símbolos. Sus colores son irreales, pero generalmente me baso en las proporciones verdaderas.
María Soledad Chadwick estudió dos años en el Instituto de Arte Contemporáneo, luego ingreso a la universidad a estudiar esa carrera. Anteriormente fue alumna de ingeniería pero no le gustó y decidió reencontrarse con la pintura.
